41 son los años sin tus besos, sin tus abrazos, sin tus cuentos...
41 son los años que hace que no te tengo, que no sé de ti, que no duermes a mi lado...
41 son los años que hace que te fuiste y aunque no te conocí no he podido olvidarte, porque tus hermanas mantienen viva en mí, toda tu vida, y tu obra...
Las personas buenas no mueren nunca y se hacen inmortales dentro del corazón de quienes las aman...
Me hubiese gustado estar a tu lado y que tu me escribieras esta carta...
"Me hubiese encantado escuchar, por un instante, tu voz, sentir el calor de tus besos, el roce de tus manos, un abrazo, una mirada, un instante, y haber dormido junto a ti en aquellos sueños en los que te hice falta y no estuve.
Me hubiese gustado verte nacer, crecer, saber de tus triunfos y derrotas, de aquel amor primero, y haber limpiado, el día de tu boda, las lágrimas, de mi hermana, con el viejo pañuelo que ella misma me bordó.
Me hubiese gustado oírte recitar un poema, aunque solo fuese un verso, y haber aplaudido el final de tus pregones, cómo el que más, y felicitarte por todo cuanto, aún, te queda por escribir.
Me hubiese atrevido, incluso, a ayudarte a escribir los silencios.
Debería haber estado cerca de ti, cuando dejaste de ser valiente, en las noches de miedo, en los días de lluvia y haberte defendido del viento, acunándote en la misma luna.
Debería haber estado a tu lado cuando te hiciste hombre y dejaste de odiar al mar por haberte robado, te debería haber dicho que al mar no hay que tenerle rencor, a veces no sabe lo que hace.
Debería haberte enseñado a andar por los charcos, descalzo, sin temor a que te mancharas y haberte acompañado al colegio las tardes de primavera, que invitan a pasear, y haber estudiado contigo mientras oías carnavales.
Deberías haberme visto el día que nacieron tus hijos y no estuve contigo.
A veces quise sentarme a tu lado y hablarte de mi, pero el corazón suspiraba tan fuerte que tuve miedo a interrumpir tu descanso.
A veces leía y releía tus viejos cuadernos para saber cual de tus poemas era el mío y anotar tras ellos cada uno de los besos que dejé de darte.
A veces seguía tu mirada y me perdía con ella, me enamoré contigo de la misma sonrisa y viajé en tu maleta, contigo, a aquellos lugares donde no susurraba ni el viento.
A veces corrí a tu lado, dejándome perder, para que nunca llegaras el último.
Y hoy, ya ves, aquí me tienes, pendiente de que la brisa no roce tus mejillas, ni seque tus lágrimas, si tienes que llorar llora, porque de amor lloran los hombres, que aman, que sienten, que escriben como tu, poemas del aire, en el aire.
Sé, que éste es el prólogo que te hubiese gustado escribir a ti, por eso lo he escrito yo, para que sepas que aunque no esté contigo, siempre estaré a tu lado. Para que, así, comprendas mi marcha antes de que tu nacieras y para que entiendas que nunca, nunca me marché para siempre, si no, mírate al espejo y me verás, vestido de ti, por siempre...
... de ti... "
José Orta Gómez
21 de Noviembre de 1.972
(1951 + 1972)
¡Ojalá no te hubieses ido nunca!, ¡ojalá te hubiese conocido!, nunca te olvidamos...
41 son los años que hace que no te tengo, que no sé de ti, que no duermes a mi lado...
41 son los años que hace que te fuiste y aunque no te conocí no he podido olvidarte, porque tus hermanas mantienen viva en mí, toda tu vida, y tu obra...
Las personas buenas no mueren nunca y se hacen inmortales dentro del corazón de quienes las aman...
Me hubiese gustado estar a tu lado y que tu me escribieras esta carta...
"Me hubiese encantado escuchar, por un instante, tu voz, sentir el calor de tus besos, el roce de tus manos, un abrazo, una mirada, un instante, y haber dormido junto a ti en aquellos sueños en los que te hice falta y no estuve.
Me hubiese gustado verte nacer, crecer, saber de tus triunfos y derrotas, de aquel amor primero, y haber limpiado, el día de tu boda, las lágrimas, de mi hermana, con el viejo pañuelo que ella misma me bordó.
Me hubiese gustado oírte recitar un poema, aunque solo fuese un verso, y haber aplaudido el final de tus pregones, cómo el que más, y felicitarte por todo cuanto, aún, te queda por escribir.
Me hubiese atrevido, incluso, a ayudarte a escribir los silencios.
Debería haber estado cerca de ti, cuando dejaste de ser valiente, en las noches de miedo, en los días de lluvia y haberte defendido del viento, acunándote en la misma luna.
Debería haber estado a tu lado cuando te hiciste hombre y dejaste de odiar al mar por haberte robado, te debería haber dicho que al mar no hay que tenerle rencor, a veces no sabe lo que hace.
Debería haberte enseñado a andar por los charcos, descalzo, sin temor a que te mancharas y haberte acompañado al colegio las tardes de primavera, que invitan a pasear, y haber estudiado contigo mientras oías carnavales.
Deberías haberme visto el día que nacieron tus hijos y no estuve contigo.
A veces quise sentarme a tu lado y hablarte de mi, pero el corazón suspiraba tan fuerte que tuve miedo a interrumpir tu descanso.
A veces leía y releía tus viejos cuadernos para saber cual de tus poemas era el mío y anotar tras ellos cada uno de los besos que dejé de darte.
A veces seguía tu mirada y me perdía con ella, me enamoré contigo de la misma sonrisa y viajé en tu maleta, contigo, a aquellos lugares donde no susurraba ni el viento.
A veces corrí a tu lado, dejándome perder, para que nunca llegaras el último.
Y hoy, ya ves, aquí me tienes, pendiente de que la brisa no roce tus mejillas, ni seque tus lágrimas, si tienes que llorar llora, porque de amor lloran los hombres, que aman, que sienten, que escriben como tu, poemas del aire, en el aire.
Sé, que éste es el prólogo que te hubiese gustado escribir a ti, por eso lo he escrito yo, para que sepas que aunque no esté contigo, siempre estaré a tu lado. Para que, así, comprendas mi marcha antes de que tu nacieras y para que entiendas que nunca, nunca me marché para siempre, si no, mírate al espejo y me verás, vestido de ti, por siempre...
... de ti... "
José Orta Gómez
21 de Noviembre de 1.972
(1951 + 1972)
¡Ojalá no te hubieses ido nunca!, ¡ojalá te hubiese conocido!, nunca te olvidamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario