Fuente: Viva Huelva del Jueves 3 de Octubre de 2013.
Fuente: http://andaluciainformacion.es/huelva/344134/jesuli-perojil-deja-el-carnaval/
Una Sección de Federico Perez.
El Carnaval Colombino se resiste a la tremenda crisis que lo está
asolando en estos últimos años. En esta última década, La participación
de la capital
onubense en el concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino dista
mucho de recuperar los años de gloria, que llegaron a cosechar 44 grupos
capitalinos; una época dorada en la que Huelva abanderaba las
carnestolendas por las calles de nuestra ciudad, y el Teatro cerraba sus
puertas sin butacas vacías.
Han sido muchas las recetas que se han utilizado para minimizar los pobres resultados obtenidos, y en el candelero, sólo los más fuertes han sabido combatir el constante ir y venir de las nuevas incorporaciones, que no logran mantenerse en el tiempo. Uno de estos grandes iconos de nuestra fiesta, Jesús Manuel Perojil Villar, Jesuli Perojil, director y autor de la chirigota de la peña Ventaneros, bajó del tren de la alegría hace unos días, tras 22 años de marcha continuada, donde logró obtener cinco primeros premios y unas 19 finales del concurso onubense, siendo uno de los más consagrados autores de esta fiesta.
“Necesito descansar y disfrutar de mi familia, dedicarme más a mis estudios de música y ver crecer a mis hijos, compartir una película por las noches con mi santa mujer y acostar a los niños, algo que me pierdo más de seis meses al año”, comentaba a su propio grupo en una reunión de despedida, donde sorprendió a sus compañeros de viaje, en una dura charla, efusiva y llena de emocionantes anécdotas, que los trasladó a los inicios de su incursión en esta fiesta. Según nos comentaba Vicente Ginés, uno de los últimos integrantes de la chirigota, “fue duro oírlo hablar, efusivo y emocionado, convincente y maduro, y con argumentos suficientes para comprender y respetar esta difícil decisión, que seguro, le dolerá más a él que al resto de componentes”.
Jesuli se marcha del Carnaval Colombino; atrás quedarán sus historias cantadas sobre un escenario vivo, con un grupo de componentes, que consideraba y considera parte de su familia; un legado que se mantendrá en el tiempo. Este autor ha logrado ser una de las personas respetadas y consideradas de nuestra ciudad, obteniendo la medalla al onubensismo, ofreciendo un impresionante pregón en el Carnaval Colombino 2012, pregón en el barrio de la Hispanidad, así como en otras localidades de nuestra provincia. Su inquietud por la música y su devoción por las marchas cofrades le hizo formarse y crear piezas de gran calidad que actualmente se pueden oír en Semana Santa, y a pesar de no ser este uno de los motivos por los que deja la fiesta de la alegría, pues ha sabido compaginar ambas facetas, sí reconoce, que su futura formación gira en torno a las marchas procesionales, las que seguirá creando mientras la motivación para ello le dure. Así concluye la historia de este ventanero, querido por muchos y odiado y envidiado por otros, que nos enseñó su mundo a través de las coplas, diciendo las cosas claras, directo y sin tapujos, uno de los últimos autores contestatarios de nuestra ciudad. Jesuli Perojil ‘el canijo’, como se le conoce también entre los carnavaleros, dejará una huella difícil de borrar, con un estilo propio y particular, “que fue forjando a través de muchos palos”, como bien comentó hace unos años. Esperamos que sólo sea un descanso y que volvamos a oír sus impertinentes letras en las tablas de su otra casa, el gran Teatro de Huelva. Dejo sus últimas palabras de despedida en su Facebook: “Para decir todo lo que quisiera, todo lo que siento, todo lo que debo, necesitaría 19 días y 500 noches, pero seré breve, muy breve, 22 años después... Se cerró el telón. Infinitas gracias a todos, desde lo más profundo de mi corazón”.
Han sido muchas las recetas que se han utilizado para minimizar los pobres resultados obtenidos, y en el candelero, sólo los más fuertes han sabido combatir el constante ir y venir de las nuevas incorporaciones, que no logran mantenerse en el tiempo. Uno de estos grandes iconos de nuestra fiesta, Jesús Manuel Perojil Villar, Jesuli Perojil, director y autor de la chirigota de la peña Ventaneros, bajó del tren de la alegría hace unos días, tras 22 años de marcha continuada, donde logró obtener cinco primeros premios y unas 19 finales del concurso onubense, siendo uno de los más consagrados autores de esta fiesta.
“Necesito descansar y disfrutar de mi familia, dedicarme más a mis estudios de música y ver crecer a mis hijos, compartir una película por las noches con mi santa mujer y acostar a los niños, algo que me pierdo más de seis meses al año”, comentaba a su propio grupo en una reunión de despedida, donde sorprendió a sus compañeros de viaje, en una dura charla, efusiva y llena de emocionantes anécdotas, que los trasladó a los inicios de su incursión en esta fiesta. Según nos comentaba Vicente Ginés, uno de los últimos integrantes de la chirigota, “fue duro oírlo hablar, efusivo y emocionado, convincente y maduro, y con argumentos suficientes para comprender y respetar esta difícil decisión, que seguro, le dolerá más a él que al resto de componentes”.
Jesuli se marcha del Carnaval Colombino; atrás quedarán sus historias cantadas sobre un escenario vivo, con un grupo de componentes, que consideraba y considera parte de su familia; un legado que se mantendrá en el tiempo. Este autor ha logrado ser una de las personas respetadas y consideradas de nuestra ciudad, obteniendo la medalla al onubensismo, ofreciendo un impresionante pregón en el Carnaval Colombino 2012, pregón en el barrio de la Hispanidad, así como en otras localidades de nuestra provincia. Su inquietud por la música y su devoción por las marchas cofrades le hizo formarse y crear piezas de gran calidad que actualmente se pueden oír en Semana Santa, y a pesar de no ser este uno de los motivos por los que deja la fiesta de la alegría, pues ha sabido compaginar ambas facetas, sí reconoce, que su futura formación gira en torno a las marchas procesionales, las que seguirá creando mientras la motivación para ello le dure. Así concluye la historia de este ventanero, querido por muchos y odiado y envidiado por otros, que nos enseñó su mundo a través de las coplas, diciendo las cosas claras, directo y sin tapujos, uno de los últimos autores contestatarios de nuestra ciudad. Jesuli Perojil ‘el canijo’, como se le conoce también entre los carnavaleros, dejará una huella difícil de borrar, con un estilo propio y particular, “que fue forjando a través de muchos palos”, como bien comentó hace unos años. Esperamos que sólo sea un descanso y que volvamos a oír sus impertinentes letras en las tablas de su otra casa, el gran Teatro de Huelva. Dejo sus últimas palabras de despedida en su Facebook: “Para decir todo lo que quisiera, todo lo que siento, todo lo que debo, necesitaría 19 días y 500 noches, pero seré breve, muy breve, 22 años después... Se cerró el telón. Infinitas gracias a todos, desde lo más profundo de mi corazón”.
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